Bella, simple, conmovedora. Me transporto a aquellos años de horas y horas sobre una bicicleta, donde solo bajabamos para tomar la merienda y cuando la noche y los gritos de nuestras madres nos llevaban a abandonarlas hasta la próxima claridad.
Gracias Martín por conectarme con el niño que vive en mí.
De Noche #115
Hace 8 horas.



No hay comentarios.:
Publicar un comentario